Todos tenemos ideas, la organización es la receta para ejecutarlas, evita comenzar un proyecto sin estructura, prioridades, alcances ni estrategia.
Un proyecto sin Discovery es como un viaje sin mapa: puedes avanzar, pero ¿realmente sabes a dónde vas?
Al tener un plan claro desde el principio, reduces la posibilidad de tener que rehacer partes del proyecto, lo cual te ahorra tiempo y recursos.
Al definir el proyecto y sus requerimientos desde el inicio, puedes identificar y mitigar riesgos potenciales temprano, lo que te permite prepararte mejor para el desarrollo.
El Discovery te ayuda a entender mejor tus propios objetivos y a traducirlos en características concretas y requerimientos técnicos, lo cual facilita la comunicación con el equipo de desarrollo.
Con un plan bien definido, puedes asignar tus recursos de manera más eficiente, lo que asegura que cada elemento de tu proyecto reciba la atención que necesita.
Al conocer las metas, los requerimientos y la arquitectura del proyecto desde el inicio, puedes mantener altos estándares de calidad a lo largo de todo el proceso de desarrollo.
Al tener un entendimiento claro de los alcances del proyecto, puedes tomar decisiones más informadas sobre qué características incluir, cuándo lanzar y cómo asignar recursos.
Te llevamos paso a paso desde el entendimiento del proyecto hasta la planeación de como ejecutarlo.
Aquí, recopilamos en detalle todas las necesidades y metas del proyecto. Esto puede implicar conversaciones directas con los stakeholders, encuestas a usuarios potenciales, y la recogida de datos relevantes. El objetivo es tener una clara comprensión de qué necesita el proyecto para considerarse exitoso.
En este paso, describimos las funcionalidades y características deseadas del MVP en términos de cómo serán utilizadas por el usuario. Estas 'historias' se organizan en un mapa visual (Story Map) que nos da una visión general de cómo funcionará la aplicación.
Ahora, basándonos en lo aprendido, identificamos y ordenamos las funcionalidades más importantes para el MVP. Esta priorización se basa en cuánto valor aportará cada funcionalidad a los usuarios finales y qué tan bien se alinea con los objetivos del proyecto.
En esta fase, determinamos cómo se organizarán las tecnologías y los sistemas para soportar las funcionalidades identificadas. Esto puede incluir la elección de la tecnología adecuada, la identificación de microservicios necesarios y la creación de un diagrama que ilustre cómo se unen todas las piezas.
Creamos prototipos básicos o bosquejos (wireframes) de la aplicación y los presentamos a los stakeholders y usuarios para recibir su feedback. Esto nos permite identificar y solucionar problemas potenciales antes de comenzar el desarrollo completo.
Por último, hacemos una evaluación de cuánto tiempo, recursos y qué equipo se necesitará para desarrollar el MVP. Con esta información, elaboramos un plan para el proceso de desarrollo.
Te entregaremos los blueprints de tu proyecto para poder ejecutarlo lo más rápido posible, tendrás en tus manos todas las definiciones, las tecnologías, los flujos y opcionalmente un prototipo funcional para sentir y probar tu app antes de desarrollarla.
Idea para cuando ya tienes un equipo para gestionar el proyecto, branding, UX/UI y developers que ayudarán a enriquecer el discovery en un proyecto oingoing o una nueva iniciativa.
Idea para cuando necesitas comenzar un proyecto desde 0, tienes muchas ideas y necesitas ponerlas en orden para bajar fondos o comenzar a ejecutar.
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